Cuando planifico mis salidas nocturnas, lo habitual es hacerlo con bastantes días de antelación, para conocer el lugar, su historia, sus peligros, orientación, la luna que va a ver ese día, si tengo contaminación lumínica etc, todo esto vía internet… una serie de factores que facilitan el “proceso creativo” posterior. A continuación me gusta visitarlo de día y verificar esos factores tan importantes en las nocturnas y pre-encuadrar en base a ello, sin embargo para esta toma no pude, ya que viajé esa misma tarde hasta la zona, pero había visto mil fotos del lugar, no debería ser un problema.
Esto puede ser positivo o todo lo contrario, positivo porque sabes más del lugar, de los encuadres que funcionan, de la luz que hay… sin embargo yo prefiero lugares menos explorados, que sorprendan y esto requiere de más tiempo y, sobre todo, dinero para desplazarse. En este caso, el lugar es archiconocido, el hayedo de Otzarreta y la capacidad de sorpresa es pequeña, aunque no tiene porque ser un handicap, a mi me gustan más algunas versiones de estas raíces de haya, de por ejemplo Raquel de Castro que la más conocida de José Benito, anterior a ella.
Así que allí llegamos cuatro locos noctámbulos a realizar algunas fotos. El primer problema fue la falta de la famosa niebla, el segundo el poco caudal del río, el tercero el viento que nos movía todas las ramas, quedando poco “limpia” las tomas y el cuarto la lluvia.
Veamos ahora como trabajamos: casi siempre realizo mis fotos con mi amigo Fusky, en este caso él estaba al mando de la cámara, metido en el río, ya que me gustaba el encuadre con las raíces desde la izquierda que me llevaran al tronco a 1/3 aproximadamente de altura, y el río desapareciendo en la oscuridad. Nos dividimos el trabajo, él se encargaba de iluminar con una linterna cálida potente el curso del río y las hayas del fondo a la derecha, y yo iluminaba al mismo tiempo y dentro de la escena, las raíces, de forma cenital, y el tronco principal y el relleno de la parte izquierda, con una linterna también cálida pero menos potente y a su vez filtrada con un gel amarillo para intensificar el verde. Quería que el protagonismo fuera claro, pero me gusta iluminar el resto de la toma, aunque sea de forma tenue. Para llegar a esta iluminación hicieron falta 4 ó 5 pruebas, que no son muchas para lo que acostumbramos, pero llevábamos ya otro anterior con una luz similar.
En cuanto al procesado, lo principal es enfoque bastante más de lo habitual, aplico un filtro paso alto para ello, y después toco algo la saturación de verdes y rojos, por último oscurecí ligeramente el fondo, porque no me gustaba el protagonismo que tenía.
Abertura: f/5.6 Exposición: 214 sSensibilidad: ISO 640
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